Esta sesión fue realizada en la comodidad y familiaridad de mi jardín, mi casa, mi lugar.
Fue clave el espacio para poder sentirme cómoda ante una cámara y ante la mirada de une otre.
Sin sentirme juzgada ni juzgarme.
Poder mirarme con amor y sentir mi belleza gracias al ojo de Mel hizo que sintiera más seguridad con mi cuerpo,
es un antes y un después. Este espacio y éste proyecto viene a romper con la belleza heteronormativa, mostrando la verdadera belleza fuera de las pantallas.
Soy una mujer real, tengo un cuerpo real y sano. Soy hermosa y me amo.
Le estoy eternamente agradecida a Mel por brindarme esta oportunidad de conectar con mi sensualidad, cultivando el amor propio y conociendo la importancia de sentir nuestras pieles a través de la exploración.
Agostina