""Llenar de sustancias balsámicas las cavidades de los cadáveres o inyectar en los vasos ciertos líquidos para preservar de la putrefacción los muertos”.

Lo primero que se hace es lavar el cuerpo con sustancias encargadas de destruir los gérmenes, conocidas como germicidas. Además, hay que limpiar orificios corporales como la boca y la nariz.

Después, se colocan una serie de algodones en las cavidades para prevenir la salida de fluidos y se cose la boca para evitar la contaminación del cuerpo.

Una vez hecho esto, se masajea el cuerpo para eliminar la rigidez, dando así un mejor aspecto a la piel; este proceso se lleva a cabo con cremas o aceites.

Con esto, ya se habría terminado la preparación del cuerpo y se comenzaría con el proceso de vaciado de fluidos.

Lo primero que se hace es una pequeña incisión en la arteria; con ello, se extrae toda la sangre y se introduce en su lugar una solución de embalsamamiento para que el cuerpo recupere un tono más natural y similar a la piel.

Para evitar la contaminación de bacterias, se inyectan grandes cantidades de alcohol, formalina y glicerol.

Este proceso de vaciado de la sangre se realiza con aparatos muy especializados como bombas de inyección y de aspiración.