Mi marca personal, un producto de muchísimas horas de reflexión. Como toda marca, debe representar gráfica y conceptualmente la realidad que define, y en este caso no era nada fácil. Horas y horas de reflexión, repito, para desnudar el concepto de mí mismo y contraerlo tectónicamente en 4 pilares fundamentales. 

 

A partir de ahí fue sencillo, ya que solo me faltaba darle sentido gráfico. Por aquella época estaban empezando a renacer las composiciones hipsters en los logos, una vuelta al conglomerado de elementos predispuestos de forma geométrica y/o minimalista. 4 conceptos unidos en uno, la composición más adecuada era y sigue siendo la X con iconos en los huecos...

Ah si, los conceptos!! Bueno, me costó identificarlos, pero ahí van:

~La pluma en la parte superior, la parte gráfica. La forma de ver y expresar las cosas, la técnica, la estética pura libre de concepto.

~La bola a la izquierda. Bueno, no diré lo que parece pero diré que es lo que estáis pensando. Efectivamente, la parte más pasional del ser humeno en mi caso desahogada a través de la cultura friki. Todos tenemos un friki dentro, porque todos tenemos pequeños rituales privados y evasión. Para mucha gente eso es fútbol.

~La bombilla bajo el esquema. La creatividad, la idea desnuda y absatracta. La voluntad de traer al mundo algo nunca visto, la curiosidad insaciable. La necesidad de experimentar.

~El coco, la dimensión de oscuridad nacida a raíz de la felicidad para equilibrar la posición anímica del cuerpo. El dualismo, la perspectiva. La necesidad de evadirte de un cuerpo y entrar en otro y sentir en sus carnes. El agrio que le da a lo dulce su dulzor. La experiencia, la buena y la mala.