Se me pidió proponer una imagen de marca y un concepto para aunar el diseño estratégico, la comunicación y la rotulación comercial. Definimos que el rumbo de la marca sería la rotulación comercial creativa como punto de partida. Basarnos en la innovación pero sin perder de vista los valores, trayectoria e historia de la empresa familiar que proponía el proyecto.
Para ello usé la mítica tipografía que Herbert Lubalin diseñó para la revista Avant Garde. Dicho nombre representa la innovación de una manera que encaja a la perfección con la filosofía que queríamos dar a la marca; innovación, creatividad, cultura y arte.
El nombre es el resultado de tomar el nombre de las hijas pequeñas de los fundadores del proyecto, y de usar el termino "grito" como la máxima expresión de la comunicación sin prejuicios.
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