® 2019 Sarapiquí (Linda Vista, Puerto Viejo, Chilamate)
Equipo productor de la publicación:
Créditos
Elaborado por Centro de Aprendizaje Para la Conservación en Sarapiquí (CECOS) www.learningcentercostarica.org
Letras y Pinceles 1:
(Linda Vista, Chilamate)
Coordinación y edición del documento (equipo de campo):
Daysi Martínez A. biblioteca
Autores y autoras de los textos:
La Lapa Cantarina + Toñita Galagarza Rizo
El Mono Carablanca en Sarapiquí + Fabiola Silva Silva
El Gavilán y el Tepezcuinte + Kevin Quesada Artavía
La Lapa Roja y sus amigos + Roberto Silva Rizo
Lucia La Garza Tigre + José Rosales Gutiérrez
Lapas Verdes y Rojas en Linda Vista + Víctor Quirós Salas
Ilustraciones, diseño y diagramación:
Aileen Cubero Sossa
Cubierta para Libro: Letras y Pinceles 1
Elaborado por Sarapiquí Conservation Learning Center y Centro de Aprendizaje Para la Conservación en Sarapiquí (CECOS) www.cecos.com
Conceptualización del diseño de cubierta:
Junior Galagarza Rizo
Daniel Salablanca Galagarza
Víctor Quirós Salas
Victoria Quirós Salas
Kevin Quesada Artavia
Toñita Galagarza Rizo
Sharon Blanco Arce
Aileen Cubero Sossa (diseño)
[a1]Realizaron dibujos,
La Lapa cantarina.
La lapa cantarina era una joven lapa. Su pasión era el canto, pero su padre no la dejaba porque decía que ella era muy joven para que cantara.
La lapa Julia se puso muy triste cuando su padre Julio le dijo esas cosas. Pero ella no le hacía caso: “Yo, padre, seguiré mis sueños. Para no seguir discutiendo contigo, me voy con mis amigas Tania y Halia. Adiós, padre”.
El padre Julio quedó triste por su hija: “Es mi única hija, mejor la dejaré que siga sus sueños”. Y así fue, le dijo a su hija que lo perdonara. “Sí, padre, te perdono”. “Hija, sigue tus sueños”. “¡Graciaaaaas papá!”.
Fin.
Autora: Toñita Galagarza Rizo
La lapa cantarina era una joven lapa. Su pasión era el canto, pero su padre no la dejaba porque decía que ella era muy joven para que cantara.
La lapa Julia se puso muy triste cuando su padre Julio le dijo esas cosas. Pero ella no le hacía caso: “Yo, padre, seguiré mis sueños. Para no seguir discutiendo contigo, me voy con mis amigas Tania y Halia. Adiós, padre”.
El padre Julio quedó triste por su hija: “Es mi única hija, mejor la dejaré que siga sus sueños”. Y así fue, le dijo a su hija que lo perdonara. “Sí, padre, te perdono”. “Hija, sigue tus sueños”. “¡Graciaaaaas papá!”.
Fin.
Autora: Toñita Galagarza Rizo
El mono carablanca en Sarapiquí.
Érase una vez un mono carablanca en Sarapiquí. Es único en su especie, si no lo conoces, yo te lo enseño. La cara es blanca, todo el cuerpo es negro, menos la cara. Vive en las montañas.
Un día el mono andaba columpiándose en los árboles, escuchó un gruñido y se fue a fijar. Era un cachorro león. El mono le dijo: “qué estás haciendo aquí solo?”, él respondió: “me perdí de mi casa”. El mono le dijo “yo te llevo a tu casa”. Le dijo el león “no sé dónde queda mi casa”, el mono le contestó “quédate conmigo”. El león le dijo “¿dónde vives?” “en un árbol, pero no me comas”, y se fueron.
Cuando llegaron, el león no podía subir, entonces el mono bajó la escalera y el león subió. El mono le dijo “¿qué tal, ¿qué te parece mi casa?”, y el león dijo “está muy bonita”. Cuando llegó la hora de comer, el mono le sirvió bananos, el león dijo “yo no como de esto”, entonces el mono le dijo “vamos a buscar tu casa”.
Fueron a buscar en las montañas, encontraron una cueva y el mono le dijo “¿esta es tu casa?” El león dijo que sí. Salió el papá y le agradeció mucho. El mono se fue a su casa y en el camino se encontró un pájaro, pero esa es otra historia.
Fin.
Autora: Fabiola Silva Silva
Érase una vez un mono carablanca en Sarapiquí. Es único en su especie, si no lo conoces, yo te lo enseño. La cara es blanca, todo el cuerpo es negro, menos la cara. Vive en las montañas.
Un día el mono andaba columpiándose en los árboles, escuchó un gruñido y se fue a fijar. Era un cachorro león. El mono le dijo: “qué estás haciendo aquí solo?”, él respondió: “me perdí de mi casa”. El mono le dijo “yo te llevo a tu casa”. Le dijo el león “no sé dónde queda mi casa”, el mono le contestó “quédate conmigo”. El león le dijo “¿dónde vives?” “en un árbol, pero no me comas”, y se fueron.
Cuando llegaron, el león no podía subir, entonces el mono bajó la escalera y el león subió. El mono le dijo “¿qué tal, ¿qué te parece mi casa?”, y el león dijo “está muy bonita”. Cuando llegó la hora de comer, el mono le sirvió bananos, el león dijo “yo no como de esto”, entonces el mono le dijo “vamos a buscar tu casa”.
Fueron a buscar en las montañas, encontraron una cueva y el mono le dijo “¿esta es tu casa?” El león dijo que sí. Salió el papá y le agradeció mucho. El mono se fue a su casa y en el camino se encontró un pájaro, pero esa es otra historia.
Fin.
Autora: Fabiola Silva Silva
El águila y el ratón.
Había una vez un águila y un ratón. Son dos animales muy diferentes. El águila, su naturaleza es cazar animales terrestres como ratones, culebras, conejos, entre otros animales; mas el ratón, es un roedor que solo come queso y lo que encuentra en la basura.
Un día, el ratón iba caminando la calle y se encontró un águila tirada en el suelo. Él, con mucho miedo, se fue acercando a ella a ver qué le había pasado. Cuando ya estaba cerca, le preguntó “Señor águila, ¿qué te ha pasado?” Él le contestó tristemente que se había roto un ala, que ya no podía volar. Entonces el ratón lo ayudó y lo llevó a su humilde casita y lo cuidó hasta que su ala estuviera bien.
El águila, muy agradecida le prometió al ratón que nunca le haría daño y así se hicieron muy buenos amigos. El águila le preguntó al ratón que si le gustaría que le diera un paseo por los aires en agradecimiento por haberla ayudado a curarse. El ratón muy contento le respondió que sí.
El ratón muy feliz subió encima del águila y el águila lo llevó a conocer muchos lugares muy bonitos. El ratón quedó muy feliz del paseo con el águila y siguieron siendo muy buenos amigos para siempre y paseando por los aires.
Fin.
Autor: Kevin Fabricio Q. A.
Había una vez un águila y un ratón. Son dos animales muy diferentes. El águila, su naturaleza es cazar animales terrestres como ratones, culebras, conejos, entre otros animales; mas el ratón, es un roedor que solo come queso y lo que encuentra en la basura.
Un día, el ratón iba caminando la calle y se encontró un águila tirada en el suelo. Él, con mucho miedo, se fue acercando a ella a ver qué le había pasado. Cuando ya estaba cerca, le preguntó “Señor águila, ¿qué te ha pasado?” Él le contestó tristemente que se había roto un ala, que ya no podía volar. Entonces el ratón lo ayudó y lo llevó a su humilde casita y lo cuidó hasta que su ala estuviera bien.
El águila, muy agradecida le prometió al ratón que nunca le haría daño y así se hicieron muy buenos amigos. El águila le preguntó al ratón que si le gustaría que le diera un paseo por los aires en agradecimiento por haberla ayudado a curarse. El ratón muy contento le respondió que sí.
El ratón muy feliz subió encima del águila y el águila lo llevó a conocer muchos lugares muy bonitos. El ratón quedó muy feliz del paseo con el águila y siguieron siendo muy buenos amigos para siempre y paseando por los aires.
Fin.
Autor: Kevin Fabricio Q. A.
Lucia es una garza que todos les temían; Con solo saber que era la gran Garza tigre de Linda Vista, y más que no tenía un lugar para vivir solo pasaba de laguna en laguna y de charco en charco comiendo renacuajos y peces, aunque la mayoría del tiempo le gustaba camuflarse entre las hojas secas, todos pensaba que era egoísta, se desaparecía sin despedirse, no hablaba con nadie, solo con las demás Garzas Tigres.
Pero la realidad de Lucia la Garza Tigre nadie la sabía, ella tenía muchos trajes y cada vez que un animal del bosque estaba en peligro ella se disfrazaba con un traje y los defendía
Lucia se decía así misma y le dio la misión a todas las Garzas tigres, es proteger a todos los animales del bosque.
Fin.
Autor: José Rosales Gutiérrez
Había una vez una lapa roja que vivía en un bosque y ella tenía amigos, eran la mariposa, la pantera y la abeja, y ellos caminaban por el bosque ayudando a los animales y sus problemas, un día la lapa y sus amigos oyeron aun animal en peligro y lo fueron ayudar era un zorro que estaba atrapado en una cueva les ayudaron.
Pero resbalaron también excepto la lapa roja. Intento sacarlo, pero no era fuerte entonces fue a pedir ayuda a muchos pájaros y los sacaron, el zorro les agradeció y se fue en la noche todos se fueron a dormir y mientras dormían la lapa roja tuvo un sueño en el que había unas naranjas amarillas.
Al día siguiente les conto a sus amigos y ellos le dijeron que soñaron lo mismo. En la tarde oyeron crujidos de rama y cuando fueron a revisar vieron a la luz que consumió el bosque y si lo tocabas te quemabas.
Entonces la lapa advirtió a los animales y trataron de apagar el fuego, pero no podían entonces llamaron a sus amigos los tapires corrieron a la poza de Chilamate y cada uno llevaba agua poco a poco y lo apagaron.
Desde ese día la lapa, los tapires, el zorro, la mariposa, la pantera y la abeja se convirtieron en los guardianes del bosque de Linda Vista
Fin.
Autor: Roberto Silva Rizo
